viernes, 4 de enero de 2013

Fantasmas


Cuando somos pequeños existe un miedo muy usual a -la oscuridad- este miedo irracional puede ser debido al no ver lo que tenemos más allá. Quedarse a oscuras  para el niño a veces es desamparante, por eso, tal vez , en ese momento es cuando por medio de su imaginación crea todo un mundo nocturno, de ruidos y formas que  sacadas de contexto y con la imaginación que solo un niño tiene puede vivir un segundo día. En muchos casos la oscuridad representa el final del día, el termino de las actividades y de los juegos. Por eso al verse aburrido deja fluir su imaginación.
 El problema es que jugando recrea tan bien esta historia y su entorno, que se lo acabe creyendo, entonces es cuando empiezan los miedos nocturnos. Aquellos sonidos y formas se desvirtúan de tal manera que el niño realmente cree eso que está sintiendo, es un sentimiento de terror.
No se conoce las causas, pero todo `puede estar relacionado al conocimiento propio del desarrollo infantil. La poca visibilidad, como ya hemos citado antes, hace volar la imaginación del niño y hace sospechar que la oscuridad esconde a personas desconocidas o monstruos de bajo de la cama, dentro del armario, o detrás de las cortinas. Un simple ruido puede representar una nueva amenaza, que viene de algún fantasma o de otra criatura de su creación.
Hay que decir que este miedo suele marchar con el crecimiento del niño, pero según como se haya tratado este miedo por parte del adulto a su cargo,  este miedo puede no desaparecer nunca.






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